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Música Para Camaleones

LP RODRIGO CORREA PALACIO CON JAIME LLANO GONZALEZ - VUELVE HERMANO FRANCISCO...EL POEMA DE JORGE ROBLEDO ORTIZ

LP RODRIGO CORREA PALACIO CON JAIME LLANO GONZALEZ - VUELVE HERMANO FRANCISCO...EL POEMA DE JORGE ROBLEDO ORTIZ

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ALBUM USADO EN BUEN ESTADO, DISCORAMA RECORDS COLOMBIA.

VUELVE HERMANO FRANCISCO


Allí en el límite mismo de la angustia del Hombre... De ése Hombre dibujado por Kipling con su carbón encendido en fe,,, Allí en donde está el margen aterido de un dolor que ya amenaza con cesar en su rebeldía.... Allí donde renuncian las pupilas del alma y la confianza hiere a su propio nervio.... Allí, -en fin-, donde todo lo involucrado se involucra una vez más… Y donde la luz no confía en su imprecisa pupila, ni el fuego en su espectro, ni la sangre en la exactitud de su cauce.... Allí donde lo desquiciado lo es dos veces, y donde el color solo tener una piel de ceniza para que ésta, - a su vez -, denuncie su destino de polvo.... Allí, a esa latitud de la desesperanza y a ese meridiano de la larga herida llega a residenciarse ahora esta voz tremenda de Jorge Robledo Ortiz.

Cada una de sus palabras es rotunda, acerada casi, y si hay dulzor debe indagarse sólo en la policromía de la metáfora. O buscarse quizá en lo íntimo del mismo y afiebrado crisol en el que estos vocablos han nacido para tocar puertas invisibles en oídos voluntariamente clausurados. En esta dura plegaria para el retorno del de Asís, (cuya magra figura de pergamino ascendido ata aquí con el cordón de su bienaventuranza cada exacta imprecación), son grises en su mayoría los elementos escogidos por el poeta: la castigada tierra, el ala congelada, el humo funeral, la iracunda mirada, el aceite incendiado y ese múltiple itinerario para una Apocalipsis que todos estamos hoy por hoy empeñados en prologar... y prolongar
Con un abierto y declarado odio al odio, Jorge Robledo Ortiz espera como pocos, - como un Antonio Llanos, un Rafael Lema Echeverri-, esa solución que se anunciará con el descendimiento sobre el paisaje perturbado, de las sandalias de ese cirio humano. De esa sosegada llama encendida en Umbría. Del ex-trovero gallardo. De aquel que renunció a decir… "Padre Bernardone”, para decir… “Padre Nuestro que estás en los Cielos.., y que en el Monte Albernía vio florecer las llagas del Uno y Unico en sus propias manos, en sus pies, en su diluido costado. De Francisco, Hermano simple del sol, lustral Hermano de los peces, alado Hermano de las aves, por siempre y para siempre     
lamando con los factores mismos del dolor en toda su áspera y ululante geografía, este inmenso Jorge Robledo Ortiz, - que ha vuelto ecuménica su visión de una patria que limita ya por los cuatro puntos cardinales con su propio Gólgota-, ha querido que esta macerada constancia suya quede en este disco en la voz viril, y habitada por todos los acentos, de Rodrigo Correa Palacio, de cuya garganta hizo el poeta estandarte primigenio para dejar su inicial testamento de rebeldía con aquella proclama en paz y angustia de "Siquiera se Murieron los Abuelos . Y sustentando en un todo la línea ardida de los versos y la voz de Rodrigo Correa Palacio, el Maestro Jaime Llano González al órgano, el que ha traducido en dramáticos compases cada sílaba de Robledo Ortiz, el que sabe retener como ningún otro en Colombia los bordes espirituales de su pueblo, - es decir, de su patria en las yemas hiper-sensibles, en el espíritu nunca en calma…      
Nota: Gabriel Cuartas Franco
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